Dulces santos: las devociones a Cosme y Damián en Río de Janeiro, Brasil

Renata Menezes

es profesora del Departamento de Antropología del Museo Nacional, Universidad Federal de Río de Janeiro (ufrj). Doctorado (2004) y maestría (1996) en Antropología Social por el Programa de Posgrado en Antropología Social del Museo Nacional, ufrj (ppgas/mn/ufrj). Coordinadora del Laboratorio de Antropología de lo Lúdico y de lo Sagrado del Museo Nacional (Ludens). Investigadora del Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico-cnpq y “Cientista do Nosso Estado” de Faperj. renata.menezes@mn.ufrj.br

Morena Freitas

es antropóloga de la Superintendencia del Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (iphan) en Sergipe, Brasil. Investigadora del Laboratorio de Antropología de lo Lúdico y de lo Sagrado (Ludens/mn/ufrj). Doctora en Antropología Social por la Universidad Federal de Río de Janeiro. morebmfreitas@gmail.com

Lucas Bártolo

doctorando del Programa de Posgrado en Antropología Social del Museo Nacional de la Universidad Federal de Río de Janeiro (ppgas/mn/ufrj), Brasil. Investigador del Laboratorio de Antropología de lo Lúdico y de lo Sagrado (Ludens/mn/ufrj). Maestro en Antropología Social por la Universidad Federal de Río de Janeiro. bartolo.lucas@mn.ufrj.br


Cartel de la exposición virtual Dulces Santos: Devociones a Cosme y Damián en Río de Janeiro

Leear Martiniano, 2020


Durante los meses de septiembre y octubre, Cosme, Damián, Doum y las ibejadas circulan y se exponen en las tiendas de artículos religiosos.

Thiago Oliveira, 2015. 


Desde principios de septiembre, los escaparates anuncian que ha llegado la temporada de dulces santos. Hasta el 25 de octubre, día de Crispim y Crispiniano, pasando por el 12 de octubre, día de los niños, se establece en la ciudad de Río de Janeiro un calendario festivo-religioso en torno a la celebración de la infancia. En las tiendas de artículos religiosos, las imágenes de Ibejadas, Cosme, Damião y Doum son las más buscadas en ese periodo, cuando los terreiros y iglesias son utilizados para celebrar a los niños.


Temporada de dulces en los mercados

Thiago Oliveira, 2015.


Los dulces típicos de Cosme y Damián

Thiago Oliveira, 2015. 


Caramelos blancos, dulces típicos, ollas dulces, dulces tradicionales, dulces industrializados, dulces caseros… ¡Bienvenido al increíble mundo de los dulces! Caramelo de coco, suspiro, paçoca, azufaifo, piruleta, dulces de leche, maní (pé de moleque) y calabaza. Muchos de estos dulces sólo aparecen en las estanterías una vez al año, en septiembre: son los dulces típicos de Cosme y Damián. 


Hay quienes gustan de regalar algo más que caramelos, principalmente juguetes.

Thiago Oliveira, 2015. 

En las celebraciones organizadas por un grupo más numeroso de devotos – en la calle o en clubes de barrio – o por la comunidad de un terreiro, los juguetes pueden ser más especiales, como bicicletas y coches teledirigidos, y se programan actividades recreativas y juegos durante todo el día. Las distribuciones adquieren una dimensión caritativa cuando también se dona material escolar, alimentos y ropa.


El montaje requiere el desarrollo de una técnica, sin renunciar al afecto

Thiago Oliveira, 2015.


La técnica de montaje es un aprendizaje familiar, en la mayoría de los casos por línea materna. 

Thiago Oliveira, 2015, Vaz Lobo.


En casa, las familias suelen organizarse en una cadena de montaje: se sacan los caramelos de los paquetes y se colocan en la mesa, y cada persona se encarga de meter uno o varios tipos en una bolsa, que pasa de mano en mano hasta llegar a la persona encargada de cerrarla con una grapadora o un lazo. Lo ideal es que cada bolsa tenga la misma cantidad y tipo de caramelos que las demás, para que ningún niño salga perjudicado. ¡Y los santos están mirando! Pero las bolsas no pueden montarse con demasiada antelación porque los dulces pueden derretirse. Una vez llenas y cerradas las bolsas, es el momento de separar las que irán a parar al vecino, al sobrino, a la hija del amigo del trabajo. Hay personas que llevan décadas dando, hay quienes empiezan ahora, para saludar la llegada de un bebé, y hay quienes continúan prácticas heredadas de sus antepasados.


Mucho más allá de los dulces, las bolsitas de Cosme y Damián también contienen promesas, tradiciones familiares y recuerdos de la infancia. 

Thiago Oliveira, 2015.


La bolsita con la efigie de los santos gemelos se considera la más tradicional, ya sea de papel o de plástico.

Lucas Bártolo, 2016.


Para muchos, los santos también participan en la fiesta, comiendo los dulces. También se ofrecen cocadas, suspiros, dulces de calabaza, etc. Muchos altares de Cosme y Damián contienen caramelos y refrescos como ofrendas.

Al estar asociados con los orixás gemelos, Cosme y Damián también comen los alimentos de los dioses. Además de los dulces, los santos comen caruru, omolocum, acarajé y pollo. En las casas o en los terreiros.


Ofrendas a Cosme, Damián y Doum en una tienda de artículos religiosos.

Thiago Oliveira, 2015.


Las ofrendas a los santos en la iglesia católica romana

Renata Menezes, 2012.


Ofrendas a los santos e orixás en un terreiro 

Lucas Bártolo, 2016, Cavalcanti.


Se acerca el gran día. Las entradas y las invitaciones se distribuyen para evitar aglomeraciones y alternar la distribución en el barrio. Las informaciones sobre las casas que distribuyen las bolsitas de dulces circulan entre los niños, que empiezan a dibujar un mapa afectivo (y dulce) de la ciudad.

En grupos, dirigidos por el mayor o incluso por un adulto, los niños salen de casa temprano y pasan el día recorriendo las calles, corriendo detrás de los dulces. La fiesta dibuja un mapa afectivo de la ciudad, delimitado por lugares fuertes o débiles de caramelo, cerca o lejos de casa, donde hay buenas o malas bolsas. Las bolsitas se distribuyen en las puertas, en las plazas, en las iglesias y santuarios, en las escuelas, guarderías y orfanatos, a pie o en coche. Las familias se reúnen para tomar y regalar dulces. A algunos les gusta celebrar el día como si fuera el cumpleaños de los santos gemelos, abriendo la casa y organizando una mesa con tarta, guaraná, manjar blanco y dulces. En pequeñas bolsas o sobre las mesas, los dulces son, el día 27, comida para los santos y los niños. El día de Cosme y Damián es una experiencia lúdica de la ciudad.

Correr detrás de los dulces: una experiencia lúdica de la ciudad

Correio da Manhã/Arquivo Nacional, setembro de 1971. 

Thiago Oliveira, 2015.


A primera hora de la mañana, el sonido de las primeras zapatillas al crujir en la carrera por las calles anuncia el comienzo de otro día del 27 de septiembre. Es una ocasión extraordinaria en la que los niños asumen una autonomía que probablemente sólo tendrán de verdad cuando dejen de ser niños. En grupos, dirigidos por el mayor o incluso por un adulto, los niños salen de casa a primera hora de la mañana y se pasan el día recorriendo las calles, o mejor dicho, corriendo detrás de los dulces.

En varios barrios de la ciudad, encontramos modelos de agrupación que pueden compararse con fotos antiguas, como la que vemos a continuación. Hay un patrón que parece repetirse, en un movimiento de niños por las calles de la ciudad que pone en movimiento a adultos y niños.


La fiesta como un momento de intercambio anónimo y generoso (y dulce) con lo desconocido 

Isabela Pillar, 2013.


“Daré los caramelos en la puerta a los niños de la calle”. Así es como nos responden muchos devotos cuando les preguntamos cómo van a hacer su fiesta. El Día de Cosme y Damián pone el foco en las relaciones entre el hogar y la calle y pone sus límites en suspenso. Es un momento de intercambio anónimo y generoso con lo desconocido.

Entre las diversas formas de regalar dulces, la más extendida es la distribución a través de la puerta de las casas y edificios. Los devotos intentan organizar una cola, dando preferencia a los niños falderos y a las mujeres embarazadas, pero, en general, se produce un pequeño revuelo delante de las casas. Otra modalidad muy popular es la de “lanzar los caramelos hacia delante”, arrojándolos por encima del muro a la pequeña multitud. Algunos donantes destacan precisamente por esta práctica, lanzando no sólo dulces, sino también juguetes y dinero.


Recuento de los logros del día

Thiago Oliveira, 2015.

Mentir sobre su edad, no ser reconocidos cuando intentan conseguir dos bolsitas en la misma casa, saber dónde están las mejores bolsas, pedir caramelos en nombre de un supuesto hermano menor… son trucos que los niños utilizan para conseguir la mayor cantidad de caramelos. Es parte del juego conseguir doblegar a los adultos, que advierten: ¡Es una bolsa para cada uno! ¡Sólo doy caramelos a los niños pequeños! Cualquiera que salga con alguien ya no es un niño.


La fiesta es una tradición lúdica y religiosa que consiste en un gran juego

Lucas Bártolo, 2014.


La sonrisa de los niños es, para algunos, la gran recompensa de la fiesta.

Thiago Oliveira, 2015.

Isabela Pillar, 2013.


La sonrisa de los niños es, para algunos, la gran recompensa de la fiesta – si quisiéramos hablar de los posibles intereses de regalar caramelos, sin duda aparecería como la principal retribución deseada por el acto de regalar. Pero los niños no son sólo invitados a la fiesta: múltiples, diversos, también la hacen. Si con los adultos los niños aprenden a agradecer las bolsas ganadas y también a repartirlas, es en compañía de los amigos donde desarrollan los trucos para coger caramelos, sobre todo para cogerlos más de una vez en la misma casa. 

A algunos les gusta celebrar el día como si fuera el cumpleaños de los santos, abriendo la casa y organizando una mesa con tarta, guaraná, manjar, dulces y muchas bolas de colores. Los manjares sólo pueden ofrecerse a los invitados después de cantar el cumpleaños feliz a Cosme y Damián y de servir a los siete niños reunidos en torno a la tarta. En estas mesas, la presencia de gemelos se considera una bendición. Por la secuencia de fotos, se puede ver que muchas familias han realizado esta práctica durante décadas.


Una celebración doméstica a Cosme y Damián

Colección personal de Glória Amaral, 1990 (fecha estimada).


El cumpleaños de los santos 

Lucas Bártolo, 2014.

Thiago Oliveira, 2015.


Novenas, misas, bautizos y procesiones marcan el programa de las Iglesias de las distintas ramas del catolicismo (romana, ortodoxa, copta) que reciben el 27 de septiembre a miles de devotos, que también reparten caramelos, juguetes y alimentos a niños y necesitados. Muchas tradiciones religiosas tienen la práctica de la caridad y la ayuda como valores fundamentales y en el día de Cosme y Damián, las donaciones realizadas en estos espacios son una forma de poner en práctica estos valores.


Donácion de juguetes e alimentos en la iglesia Catolica Ortodoxa de San Jorge, San Cosme y San Damián

Thiago Oliveira, 2015.


Personajes multiformes, Cosme y Damián pueden presentarse como mártires católicos, médicos, gemelos, orixás africanos, protectores de niños o entidades infantiles, entre otras concepciones sobre ellos que también aparecen combinadas. Están presentes en muchos panteones, asumiendo especificidades en cada uno de estos contextos.

En Brasil, la devoción a los santos se asoció a las tradiciones africanas de culto a los gemelos, destacando la hibridación con los Ibejis, orixás niños protectores de gemelos en la tradición yoruba. Es a partir de la aproximación de Cosme y Damián a Ibeji que sus funciones se redefinieron: de protectores de médicos y farmacéuticos a protectores de los niños, de los partos dobles y de la salud de los gemelos. En el universo religioso brasileño los santos se vincularon a la infancia, de ahí la distribución de dulces a los niños como forma de celebrarlos.


En las iglesias Católicas, los santos pueden ser jóvenes o adultos, gemelos idénticos o distintos

Thiago Oliveira, 2015.

Ana Ranna, 2013.


Los santos son ahora tres. Idowú, hermano menor de los gemelos yoruba Ibeji, aquí en Brasil es Doum, hermano de Cosme y Damián 

Thiago Oliveira, 2015


Ibejis, los orixás ninõs de la tradición yoruba, protectores de ninõs y gemelos.

Lucas Bártolo, 2015.


Los santos son ahora tres. Idowú, hermano menor de los gemelos yoruba Ibeji, aquí en Brasil es Doum, hermano de Cosme y Damián 

Thiago Oliveira, 2015


La dulzura sagrada de los Niños

Morena Freitas, 2016.

La dulzura sagrada de los santos, de las ibejadas y de los niños se venera con suspiros, cocadas, caramelos, pasteles y guaraná. Esta dulzura huele, suena, colorea, derrite nuestras manos, invade nuestras narizes y bocas; y sentir esta dulzura es sentir a los Niños.


La devoción a los santos implica una comunicación intensa que pasa por las miradas, los gestos, las palabras y las cosas e implica afectos, emociones y deseos. La devoción se despliega, pues, mucho más allá de las bolsitas de caramelos.

Lucas Bártolo, 2019.

Thiago Oliveira, 2015


Las múltiples formas que asume esta devoción expresan la diversidad cultural brasileña. Cosme y Damián en la literatura de cordel y el carnaval.

Thiago Oliveira, 2015.

Lucas Bártolo, 2015.

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