La obra de Alejandro Grimson se distingue por su análisis crítico de los procesos de construcción de identidades y las dinámicas fronterizas en América Latina. Antropólogo y académico, Grimson ha desarrollado trabajos de investigación relevantes porque cuestionan las nociones esencialistas de nación y cultura. En Los límites de la cultura (Grimson, 2011), el autor propone una comprensión de lo cultural desde sus procesos de configuraciones como entramados complejos que articulan experiencias históricas compartidas, desigualdades y procesos de sedimentación simbólica. Este concepto, clave para quienes trabajamos desde la perspectiva sociocultural, permite captar cómo los significados y prácticas colectivas se reconfiguran constantemente en contextos de crisis y transformación social.

Grimson se ha preocupado por atender las maneras como se construyen socialmente los procesos de exclusión, hegemonía, xenofobia e identidad. Y quizás en ese sentido uno de sus aportes más relevantes radica en su concepción de la frontera como un espacio dinámico y multifacético que trasciende los límites físicos para convertirse en un condensador de procesos socioculturales. Para Grimson, las fronteras son territorios de interacción y conflicto donde convergen y se tensionan las dimensiones estatales, identitarias y culturales. En su perspectiva, estas zonas no deben ser entendidas únicamente como bordes periféricos de los Estados nacionales, sino como lugares donde se negocian constantemente las relaciones de poder, las identidades y las pertenencias colectivas. Las fronteras se constituyen así en escenarios de agencia, donde las poblaciones locales no solo resis- ten las imposiciones estatales, sino que también participan activamente en su resignificación.

Grimson destaca cómo estos espacios limítrofes articulan experiencias históricas y simbolizan tanto la exclusión como la conexión, al evidenciar las contradicciones de los proyectos nacionales. Este enfoque desafía las narrativas tradicionales que presentan las fronteras como meras líneas divisorias, y subraya su rol central en la configuración cultural y las experiencias históricas del nacionalismo en las sociedades contemporáneas.

Entre sus contribuciones más influyentes se encuentran estudios sobre los regímenes de visibilidad étnica y las dinámicas de xenofobia en Argentina, que reflejan las tensiones entre multiculturalidad y exclusión en una nación que se presenta como homogénea, y que es muy sugerente para interrogar los proyectos nacionalistas y sus discursos como dispositivos de gubernamentalidad política.

El pasado verano tuvimos la oportunidad y el gusto de charlar con Alejandro Grimson sobre su trayectoria académica desde los años noventa hasta la fecha. Esta conversación se organizó en tres momentos: primero, como una reflexión sobre las discusiones en América Latina durante la década de los noventa; Alejandro profundiza en la entrevista acerca del debate entre las posturas teóricas posmodernas y los estudios desde el posmarxismo que pensaban lo sociocultural más allá de la determinación económica. Así, la charla recupera proyectos editoriales como la revista Causas y Azares (1994), en la que convergieron diversas figuras que sostuvieron el campo de las ciencias sociales y las humanidades. Pero quizá lo más interesante es la mención del compromiso intelectual por intervenir en los procesos políticos desde la crítica teórica para pensar procesos desde el eje cultural-poder-comunicación. Se buscó recuperar genealogías de pensamiento y sus discusiones para plantear nuevas preguntas que dieran cuenta del bagaje intelectual latinoamericano. Esto permitió que en aquellos años se formaran complicidades entre academia, estudiantes de posgrado, divulgadores e intelectuales.

En la charla se destacan proyectos grupales (felafacs, clacso) en el ámbito latinoamericano, que piensan, desde finales de los años noventa, la crisis cultural en el contexto del neoliberalismo para, como dice él, “construir un nuevo imaginario social y político para América Latina”. Uno de los cuestionamientos presente en ese momento, y todavía vigente, tenía que ver con el funcionamiento de las hegemonías, pero ahora en clave neoliberal en gobiernos democráticos.

En un segundo momento invitamos a Alejandro a reflexionar sobre Los límites de la cultura (Premio lasa, 2010), a 14 años de su escritura, las preguntas que detonan ese texto y el proceso reflexivo y de trabajo de campo que abrió en su trayectoria, cuyos aportes fundamentales ya comentamos más arriba. Finalmente, la conversación abrió un tema de altísima relevancia contemporánea y que Grimson atiende: lo que tiene que ver con el ascenso al poder de las nuevas derechas extremas. ¿De qué manera se reactivan los nacionalismos no ya como un mero amor a lo propio, sino instrumentalizado como dispositivo represivo? ¿Qué configuraciones de sensibilidad se exacerban y a qué responden? ¿Qué desafíos supone para la investigación, la incidencia y la imaginación política?

La entrevista continúa con una reflexión muy potente sobre las diversas adecuaciones del “demos” en los distintos contextos, abrevando de sus sedimentos sensibles históricos; las tensiones entre dogmatismo y pragmatismo, lo popular y no popular, y las discusiones entre izquierda y derecha. Con el reconocimiento de que en el fondo todas estas expresiones conservadoras de ultraderecha apuntan a debilitar la democracia.

Cuando hicimos la entrevista en el verano, todavía no sucedía la elección a la presidencia en Estados Unidos y el gobierno de Javier Milei llevaba, apenas, seis meses. Decidimos aprovechar el cierre de año con sus últimos acontecimientos y la reciente publicación de Desquiciados: los vertiginosos cambios que impulsa la extrema derecha (Grimson, 2024), para agregar un posfacio en el que Grimson compartiera los ejes principales de esta publicación colectiva: la estrategia del desquicio como dispositivo de captura de la conversación pública; la crisis de representación y la entronización de figuras carismáticas; el carácter de la extrema derecha y la exacerba- ción de una emocionalidad enervada; las nuevas subjetividades atravesadas por el cambio estructural de las relaciones laborales, la individualización del sujeto como empresario de sí mismo, así como la saturación y mercantilización del espacio sociodigital; y, finalmente, la urgencia por construir referentes de proyectos políticos que nos permitan lanzar un cable a tierra frente al desquicio y que nos permita tocar piso, colocar otras rutas y otros posibles.

Bibliografía

Grimson, Alejandro (2011). Los límites de la cultura: Crítica de las teorías de la identidad. Buenos Aires: Siglo xxi.

— (2024). Desquiciados. Los vertiginosos cambios que impulsa la derecha. Buenos Aires: Siglo xxi.

Alina Peña Iguarán es profesora investigadora en el iteso, Universidad Jesuita de Guadalajara, y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel i. Doctora por la Universidad de Boston, se especializó en guerra, memoria y subjetividad en la narrativa de la Revolución Mexicana. Realizó su investigación posdoctoral sobre arte y frontera en El Colef en Tijuana titulada “Poéticas de las excedencias”; actualmente trabaja las tensiones en el cruce entre prácticas estéticas, política y acción social en contextos de violencia, desaparición y migración. Es miembro de la red Hemispheric Encounters y de la Red Estudios Internacionales de la Mirada. Integrante del grupo de trabajo Intemperie. Recientemente ha publicado “Las políticas de la interpretación: pautas para abordar la relación entre estética, política y comunicación”, en Mauricio Andión Gamboa y Dana Arrieta Barraza (coords.) (2024). La imagen y el tiempo. Miradas al pensamiento de Diego Lizarazo. isbn 978-607-96224-5-9; con P. Azócar Donoso (2023). “Intemperie: políticas de la voluntad y poéticas del cobijo, Etcétera. Revista del Área de Ciencias Sociales del ciffyh (12); y también con P. Azócar Donoso (2024). “Inclemencia, cobijo y agenciamiento”, ArteFactos. Ciudad de México: unam/cisan, pp. 297-320.

Alejandro Grimson es doctor en Antropología (Universidad de Brasilia). Investigador principal del conicet. Profesor titular de Teoría Antropológica en la Universidad Nacional de San Martín. Fue asesor del presidente de Argentina, Alberto Fernández, de 2019 a 2022. En el mismo periodo fue el responsable de los estudios prospectivos en el Programa Argentina Futura, en la Jefatura de Gabinete de la Nación. Fue decano del Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martín (2005-2014). Presidente del Colegio Doctoral de la misma universidad y director de la red calas cono sur desde 2017 a 2019. Tiene más de 20 libros publicados sobre desigualdad, cultura, movimientos sociales, política, identidades y peronismo. Su libro Los límites de la cultura obtuvo el Premio al Mejor Libro Iberoamericano por lasa (Latin American Studies Association). También obtuvo el Premio Bernardo Houssay como investigador en ciencias sociales de la Argentina. Próximamente se publicará el libro de su autoría Los paisajes emocionales de la extrema derecha masiva. ¿La gente vota contra sus intereses?