Recepción: 6 de febrero de 2020
Aceptación: 18 de febrero de 2020
Cristián Parker es un sociólogo chileno que ha trabajado especialmente temas de religiosidad popular, educativos y otros, abordándolos desde una perspectiva que asume la heterogeneidad de las relaciones sociales, como también los ámbitos en que se construyen y expresan. En esta entrevista, realizada en Guadalajara mientras en Santiago y la mayoría de las ciudades de Chile se desarrollaba (y aún ocurre) un levantamiento popular y ciudadano contra las desigualdades del sistema neoliberal, Parker explica los antecedentes y las características de un movimiento social tan potente que parece una sorpresa para muchos, dadas las opiniones que en los organismos financieros globales se referían al éxito del modelo chileno. Sin duda esto demuestra que los promedios con que se analizan y exponen las cifras macroeconómicas no reflejaban la enorme desigualdad generada por una cadena sistemática de abusos que produjeron el hastío, pero también la conciencia sobre los márgenes de dignidad que ahora el pueblo chileno movilizado exige en las calles al gobierno y la clase política. Tanto el presidente como el Congreso tienen en las encuestas un promedio de 6 y 3 por ciento de aprobación respectivamente, y la policía se encuentra en un estado deplorable de legitimidad debido a las dramáticas, múltiples y graves violaciones de los derechos humanos reconocidas y acreditadas en el terreno por diferentes organismos internacionales. Esto como contexto.
En sus investigaciones, el doctor Parker ha trabajado con profundidad el concepto de modernidades múltiples, y en esta entrevista las caracteriza como conflictivas al referirse al estallido social de octubre de 2019 en Chile. En ese mismo ámbito, plantea que la estrategia de acumulación capitalista propia del neoliberalismo ha hecho “crecer las desigualdades” hasta un punto donde “las expectativas no son satisfechas”, lo que genera una crisis de legitimidad del orden social y otra de legitimidad del orden político. La primera fue provocada por “un sistema de abusos” y desigualdad, unido a la corrupción empresarial que se conjugó con la corrupción política. La segunda se vio alentada por una clase de políticos “profesionales” y partidos deslegitimados, desligados de la ciudadanía e incapaces de transformar el propio sistema político.
A partir de un breve esbozo histórico y sociológico publicado en la prensa chilena, intitulado “21 tesis para entender la crisis oligárquica en Chile y la necesidad de un nuevo orden social”, le preguntamos a Parker acerca de su visión general sobre el levantamiento popular y ciudadano que comenzó en octubre de 2019 (https://www.theclinic.cl/2019/10/25/columna-de-cristian-parker-21-tesis-para-entender-la-crisis-oligarquica-en-chile-y-la-necesidad-de-un-nuevo-orden-social/?fb_comment_id=2999637290051983_3004344086247970). El estallido social y las manifestaciones populares han obligado a los congresistas y partidos políticos a inducir una salida legislativa a la crisis, aprobando una reforma a la constitución de Pinochet que ha conducido, hasta aquí, a un proceso constituyente que seguramente (y luego de un plebiscito de aprobación o rechazo a un nuevo texto constitucional) pondrá fin al régimen neoliberal que se impuso en 1980 por la Constitución nacida ilegítima durante la dictadura militar.
En perspectiva general, el sociólogo y académico de la Universidad de Santiago de Chile explica que los antecedentes de esta crisis se remontan a un proceso de recomposición del orden oligárquico que se da a partir del golpe de estado de 1973 contra el gobierno popular del presidente Salvador Allende, cuestión fundamental en el proceso histórico posterior que tiene como consecuencia el estado de cosas actual. Fue durante la cruenta dictadura cívico-militar (1973-1990) que se consagró constitucionalmente, de forma pionera en el mundo, el sistema económico, social y de asistencialismo estatal que conforma el neoliberalismo. ¿Qué análisis se requiere hacer al respecto desde las ciencias sociales?, ¿es necesaria también una reconfiguración del pueblo? Parker estimula a “recuperar el sentido democratizador de lo popular”, proponiendo transformar al cliente neoliberal en ciudadano. En la actualidad es imprescindible, considerando la crisis de legitimidad generalizada, preguntarse por la validez de una salida política a la crisis en Chile. Parker plantea que la política, tal como se ha conocido durante las últimas cuatro décadas, debe reconfigurarse para ser un elemento mediador entre la ciudadanía y el poder político. Deberían aparecer nuevos liderazgos que asuman la participación de la sociedad como prioridad, articulando capacidades que construyan una democracia social y política.
Finalmente, y tal como se menciona en la entrevista, es importante y una responsabilidad social, política y académica, condenar las graves y sostenidas violaciones a los derechos humanos acaecidas en los meses de estallido social por parte de agentes de la policía y las fuerzas armadas chilenas en contra de ciudadanos, hombres y mujeres, niños, niñas y adolescentes desarmados que han sido encarcelados, torturados, violados, mutilados y asesinados en el contexto de las manifestaciones pacíficas. Las frases escritas en los muros de las ciudades chilenas permiten entender que la situación actual del país no se explica sólo por el alza del transporte público que detonó el estallido (“no son treinta pesos, son treinta años”), sino por el contrario, pues tal proceso de presión sistémica generó un descontento que provocó la salida a la calle de millones de personas exigiendo que derechos básicos como la educación, las pensiones o la salud no se desarrollen bajo una lógica economicista y de mercado. Así, durante la primavera de octubre de 2019, “Chile despertó”, y no se dormirá “hasta que la dignidad se haga costumbre”.