Hacia una interpretación geográfica e histórica de la arquitectura neogótica jalisciense

Recepción: 30 de junio de 2022

Aceptación: 24 de agosto de 2022

Neogótico en Jalisco. Guía básica para la apreciación del entorno cultural edificado

Martín Checa-Artasu, 2021 ESARQ/Arquitónica, col. Corrientes Arquitectónicas, Guadalajara, 207 pp.

El libro Neogótico en Jalisco. Guía básica para la apreciación del entorno cultural edificado, de Martín Checa-Artasu, presenta una interesante investigación que da cuenta del desarrollo histórico, las tipologías y la distribución geográfica de la arquitectura neogótica en el estado mexicano de Jalisco, en tanto un fenómeno cultural de adaptación y reinterpretación a escala regional de una corriente arquitectónica de tipo global. Para tratar el tema, el autor adopta una perspectiva interdisciplinaria en la que el tiempo y la difusión territorial de las ideas en torno al diseño y los simbolismos del gothic revival son centrales al momento de interpretar el panorama actual de la arquitectura neogótica jalisciense edificada entre finales del siglo xix e inicios del xx.

Como pocas obras sobre este tema, la de Martín Checa-Artasu1 está anclada en una rigurosa investigación de fuentes históricas documentales, orales y bibliográficas que se complementan con un exhaustivo registro fotográfico de los ejemplos presentados en los diferentes capítulos del libro. En este sentido, se trata de una publicación pionera que contribuye al estudio de un tipo de patrimonio cultural escasamente analizado desde el punto de vista de la investigación académica, no solo en esa región del occidente de México, sino en el país en general.

El libro se encuentra estructurado en dos grandes secciones. La primera está desarrollada desde una perspectiva multiescalar en la que se dan a conocer los antecedentes y características generales de la arquitectura neogótica tanto en el mundo, como en América Latina, en México y, finalmente, en Jalisco. En la segunda sección se explican con detalle las tipologías de la arquitectura neogótica jalisciense, así como más de una decena de ejemplos en los que Checa-Artasu ha elegido profundizar como casos representativos de un universo mayor.

La primera sección de la obra se titula “Antecedentes y características”. En su primer apartado, dedicado al neogótico desde una perspectiva mundial, el autor describe los orígenes del historicismo gótico y su aplicación en el diseño arquitectónico durante las postrimerías del siglo xviii y la primera mitad del siglo xix en la Europa noroccidental (Clark, 1995). En sus albores, el neogótico es una lectura romántica que exalta el pasado medieval y el misticismo de las formas góticas tanto en el diseño arquitectónico como en el ornamental. Surge, además, como una verdadera alternativa estilística frente al neoclasicismo que había dominado el diseño arquitectónico durante toda la segunda mitad del siglo xviii. Es en ese contexto de giros interpretativos sobre la historia cuando los principales ideólogos del llamado gothic revival sientan las bases para la expansión de una cultura arquitectónica que tomará tintes globales durante el resto del siglo xix (Yorke, 2017). Entre estos pioneros destacan, por la relevancia de sus obras teóricas, de diseño ornamental y proyectos constructivos, los británicos Thomas Rickman, Augustus Pugin y John Ruskin, así como el francés Eugène Viollet-Le-Duc (Rickman, 1848; Viollet-Le-Duc, 1863; Pugin y Wilson, 1921).

Es a partir de este primer desarrollo en Inglaterra y Francia que la arquitectura neogótica encuentra diferentes vías de transmisión hacia el resto del mundo anglosajón en la costa este de los Estados Unidos, Canadá y los territorios imperiales de ultramar en Oceanía. En estas regiones del mundo, su aplicación se manifestó principalmente en la construcción de catedrales, universidades y en todo tipo de edificios públicos.

En este mismo apartado, el autor describe las vías de entrada y manifestaciones de la arquitectura neogótica en América Latina durante la segunda mitad del siglo xix, que es una de las más recurrentes en la construcción de monumentales templos católicos a manera de hitos urbanos en diferentes ciudades de la región. Según el autor, la edificación de estas grandes catedrales y basílicas fue la expresión de una serie de simbolismos que enarbolaban la figura de la Iglesia católica, ya fuese para legitimar su poder durante el proceso político de consolidación de los jóvenes Estados nación, o para recuperar su visibilidad social al término de las afrentas liberales que dominaron en la región durante la segunda mitad del siglo xix. En todo caso, el resultado de estos procesos de gran escala fue la construcción de grandilocuentes templos de arquitectura neogótica como la Catedral de la Inmaculada Concepción de la Plata o la Basílica de Nuestra señora de Luján, ambas en Argentina; o la Basílica del Voto Nacional en Quito, Ecuador, solo por nombrar algunos ejemplos.

Siguiendo con el tema, el autor desarrolla un nuevo apartado donde la escala cambia para ceñirse al ámbito nacional mexicano y centra su análisis en dos aspectos principales: el primero es una lectura innovadora e interesante acerca de la arquitectura neogótica en términos cuantitativos que, si bien es descriptiva, cumple con su cometido al ofrecer un panorama sintético sobre, por ejemplo, el número de casos de arquitectura neogótica registrados en un censo nacional de elaboración propia, periodos constructivos, tipologías constructivas o agentes involucrados en las obras. El panorama cuantitativo se presenta de forma detallada a través de una serie de gráficos, líneas del tiempo y descripciones porcentuales que ofrecen una lectura mucho más objetiva del fenómeno del neogótico a escala nacional. Esta presentación queda redondeada por una representación cartográfica sobre la distribución geográfica del censo de arquitectura neogótica a nivel nacional.

La segunda parte de este apartado enfocado en México da cuenta de las formas que fue adoptando la arquitectura neogótica en el país, así como sus diferentes vías de entrada, difusión e interpretación regional o local. Entre estas vías destacan la del trasvase de estudiosos, profesores e intelectuales de la arquitectura y el diseño que se dio entre diferentes academias mexicanas y europeas a partir de la segunda mitad del siglo xix. Por otra parte, destaca el papel de los agentes constructores, como arquitectos e ingenieros extranjeros que por diferentes razones inmigraron al México finisecular, aportando el ánimo constructivo y la experiencia del neogótico europeo aplicado a las nuevas edificaciones en las ciudades y poblaciones del país. Aún más importantes en el desarrollo de este tipo de arquitectura fueron agentes como los alarifes, maestros de obra, párrocos y élites locales que mostraron su predilección por el uso y reinterpretación de lo gótico en la construcción de grandilocuentes templos, capillas, palacetes y monumentos funerarios. Fue esta última, en buena parte de los casos, la vía principal de difusión de la cultura del diseño arquitectónico neogótico en el país.

Esta sección concluye con el apartado de escala regional en que el autor desarrolla el caso específico de Jalisco. En la primera parte se muestra un panorama cuantitativo-descriptivo y de la distribución geográfica de esta arquitectura por el territorio jalisciense. Más adelante, el autor describe una serie de tipologías que permiten comprender las diferentes formas que fue adoptando el neogótico en la región en un arco de tiempo que se extendió entre la segunda mitad del siglo xix y la década de 1930. Esta serie tipológica está constituida por cinco formas de arquitectura neogótica de variada naturaleza que, a su vez, explican en buena medida la forma en la que este historicismo penetró en la región jalisciense. La primera de ellas es la de los templos católicos parroquiales, concluidos tras varios años de construcción. Se trata, en su mayoría, de edificios de planta de cruz latina y de una sola nave, localizados sobre todo en entornos urbanos de guardadas dimensiones o poblaciones estrechamente vinculadas al ámbito rural, donde el templo neogótico contrasta espacial y visualmente en buena medida por sus dimensiones y sus formas apuntadas. Entre estos templos destacan la iglesia de Santa María de Guadalupe, en el municipio de Degollado, o el templo del Señor de la Misericordia en Jalpa de Cánovas en Guanajuato.

Una segunda tipología es la de los grandes templos que han quedado inconclusos hasta nuestros días debido a la monumentalidad de sus obras, la falta de recursos y los conflictos de orden político en los que la Iglesia y el Estado mexicano estuvieron inmersos durante las primeras décadas del siglo xx. Se trata de templos de una o tres naves, con planta de cruz latina, con una o dos torres de gran altura, cimborrio y girola. Este tipo de construcciones recuerdan a las grandes catedrales neogóticas europeas y a las de las grandes ciudades de la costa este de los Estados Unidos. Dos casos emblemáticos de esta tipología son los monumentales templos de San José Obrero, en Arandas, y el Expiatorio del Santísimo Sacramento, en Guadalajara.

Una tercera tipología es la de aquellos templos que ya existían, muchos de ellos construidos durante el siglo xviii o incluso antes con estilos como el neoclásico o el barroco, y sobre los que se realizaron refacciones o adecuaciones durante el periodo de apogeo del neogótico. Estas operaciones se llevaron a cabo hacia finales del siglo xix o durante las primeras décadas del siglo xx, que tuvieron como resultado edificios eclécticos en elementos como fachadas, torres, campanarios o decoraciones interiores en naves, capillas, presbiterios, etc. En esta tipología cabe mencionar, por ejemplo, el caso de la fachada del templo del Sagrado Corazón, en Tecolotlán; la torre y la fachada en cantera del templo de Nuestra Señora de la Soledad, en Ayotlán; o la fachada del Santuario de Nuestra Señora del Refugio, en Ojuelos de Jalisco, originalmente construido en estilo neoclásico durante el siglo xviii.

Una cuarta tipología propuesta por el autor para la arquitectura neogótica en Jalisco corresponde a las torres y campanarios. Se trata de un tipo de construcción que fue muy común en la región desde mediados del siglo xix y que tuvo una función refaccionaria, ya fuese para concluir las obras de templos a medio construir o para reconstruir partes dañadas o deterioradas por diferentes razones. Un ejemplo paradigmático de esta tipología y que sirvió como inspiración para otros templos fue la construcción de las torres neogóticas de la Catedral Metropolitana de Guadalajara, proyecto del arquitecto Manuel Gómez Ibarra, llevado a cabo de manera pionera entre 1851 y 1854. También destacan otros casos como el de la torre del templo de la Inmaculada Concepción de Sayula o la torre con arcos conopiales del Santuario de Nuestra Señora de la Defensa, en Juanacatlán.

La quinta tipología se refiere precisamente a las decoraciones y ornamentaciones: retablos y mobiliario al interior de los templos que se rehabilitaron, se recuperaron o se sanearon. Sobre esta tipología, describe Checa-Artasu, existen numerosos ejemplos de proyectos de bellísima factura que se fueron materializando a partir de las últimas décadas del siglo xix.

En la sexta tipología, el autor se aleja de la arquitectura de tipo religioso y nos lleva hacia la civil, donde casas particulares en ciudades y haciendas localizadas en zonas agrarias representan el mayor número de ejemplos de este tipo. Finalmente, la última tipología propuesta es la de la arquitectura neogótica que podemos encontrar en los cementerios y camposantos de Jalisco.

Llegado este punto, el autor de Neogótico en Jalisco presenta la segunda gran sección del libro que ha titulado “Obras singulares”. En esta sección se describen los pormenores históricos de los que Martín Checa-Artasu ha considerado como los casos más relevantes de su estudio y que de alguna forma son representativos de todas las tipologías descritas anteriormente para el estado. La sección de casos específicos resalta por su profunda revisión bibliográfica, pero sobre todo por la investigación de fuentes históricas de primera mano, así como por el rescate de relatos orales que dan cuenta de la historia constructiva de todos los ejemplos presentados.

Para el lector interesado en los detalles de algún caso en particular abordado en esta sección, se describe el índice de las “Obras singulares”:

  • El neogótico en la arquitectura civil en Jalisco: casas, escuelas y hospitales.
  • Los portales neogóticos en Jalisco.
  • Lo neogótico en cementerios y panteones/Guadalajara, Jalisco.
  • Las torres de la Catedral Metropolitana/Guadalajara, Jalisco.
  • El Templo Expiatorio del Santísimo Sacramento/Guadalajara, Jalisco.
  • Templo de Nuestra Señora del Rosario/Guadalajara, Jalisco.
  • El Templo de San José Obrero/Arandas, Jalisco.
  • La decoración neogótica del Templo de Santa Teresa/Guadalajara, Jalisco.
  • Iglesia de Nuestra Señora del Refugio/Guadalajara, Jalisco.
  • El Templo de San Antonio de Padua/Ciudad de Guzmán, Jalisco.
  • El Templo del Señor San José en la Hacienda de los Sauces/Encarnación de Díaz, Jalisco.
  • Santuario del Sagrado Corazón de Jesús/Tonalá, Jalisco.
  • Santuario de Jesús, María y José/Encarnación de Díaz, Jalisco.
  • La Iglesia de la Purísima Concepción/Autlán de Navarro, Jalisco.
  • La Capilla de El Calvario/Atotonilco el Alto, Jalisco.
  • La Parroquia de Santa María de Guadalupe/Degollado, Jalisco.
  • Un proyecto en estilo neogótico para la parroquia/San Agustín de Tecolotlán, Jalisco.
  • El Santuario de la Virgen del Carmen/Atotonilco el Alto, Jalisco.

En suma, la obra reseñada tiene la virtud de ser un estudio de corte interdisciplinario que se mueve entre la historia de la arquitectura y la geografía del patrimonio, sin dejar de lado el marcado interés de su autor por describir y explicar las diferentes formas que ha adoptado la cultura del diseño y la construcción del gothic revival por el mundo, en este caso, centrándose en la escala regional, en el estado de Jalisco.

Desde el punto de vista del estado del arte sobre el tema, estaríamos frente a un estudio innovador por dos razones: la primera es que en el panorama nacional los estudios en torno a la arquitectura historicista de tipo medieval son escasos y más bien se centran en la morfología de los edificios, dejando de lado casi siempre la investigación histórica. En este sentido, el estudio de Checa-Artasu está fundamentado en gran cantidad de fuentes documentales e información estadística. La segunda es que existe una innovación metodológica en tanto que la manera de abordar este historicismo arquitectónico logra reunir hábilmente la perspectiva geográfica, histórica, cartográfica y estadística.

Más allá de la obra reseñada, cabe decir que este tipo de arquitectura constituye un patrimonio que se extiende por todo el territorio mexicano, aunque ha sido poco valorado y aún menos estudiado, por lo que continúa siendo una tarea pendiente tanto para las instituciones encargadas de la gestión patrimonial como para los estudiosos sobre el tema. Se trata en todo caso de un legado cultural del siglo xix con muchas peculiaridades y aristas por descubrir.

Bibliografía

Clark, Kenneth (1995). The Gothic Revival: An Essay in the History of Taste. Londres: John Murray.

Pugin, Augustus-Charles y Edward Wilson (1921). Specimens of Gothic: Selected from Various Ancient Edifices in England, vol. i. Londres: Architectural Library.

Rickman, Thomas (1848). An Attempt to Discriminate the Styles of English Architecture. From the Conquest to the Reformation. Londres: John Henry Parker.

Viollet-le Duc, Eugène (1863). Entretiens sur l’architecture. París: Morel.

Yorke, Trevor (2017). Gothic Revival Architecture. Londres: Bloomsbury Publishing.


Francisco Javier Navarro Jiménez es licenciado en Geografía Humana y maestro en Historia Internacional, actualmente candidato a doctor en la Universidad Michoacana. Es profesor de Geografía, Cartografía y Geografía Histórica en el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. Se ha especializado en temas de geografía urbana, historia urbana, arquitectura historicista e investigación de fuentes históricas para el estudio de las ciudades. Sus últimas publicaciones son “Las aguas de Chapultepec: historia, proyectos de aprovechamiento y arquitectura, 1888-1952”, Revista Bitácora Arquitectura (unam, 2022); autor de varios capítulos en los libros Architetti e artisti nella diaspora italiana in America Latina (Roma, 2021); Adamo Boari (1863-1928). Arquitecto entre América y Europa (Roma, 2020); e Italianos en México. Arquitectos, ingenieros y artistas entre los siglos xix y xx (Roma, 2019).

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