Recepción: 6 de septiembre de 2019
Aceptación: 11 de octubre de 2019
Ser testigo de Jehová. Una mirada antropológica a la vida en el paraíso terrenal
Antonio Higuera Bonfil, 2018 El Colegio de la Frontera Norte/UQROO/RIFREM, México, 355 pp.
En un formato de corte clásico, lógico por tratarse de un libro resultado de una tesis doctoral, la obra de Antonio Higuera Bonfil desgrana tres relatos de vida de miembros del grupo religioso Testigos de Jehová en El Palmar, localidad del estado de Quintana Roo (México), un ejido que es descrito con profusión de detalle, más allá de sus características religiosas. En ese sentido hay que destacar que Quintana Roo, tal cual ha ocurrido en otros estados del sureste mexicano, como Tabasco y Chiapas, muestra un notable descenso de creyentes católicos en beneficio de otras adscripciones religiosas. Además, si en un principio la capital de México y el norte del territorio nacional, fronterizo con los Estados Unidos, fueron los lugares de mayor presencia y expansión de los Testigos de Jehová, hoy en día son visibles en todo el país, con especial desarrollo en aquellas poblaciones donde el catolicismo ha perdido terreno según los siempre polémicos datos recabados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi).
Cuatro capítulos dividen el texto que comienza con el debate teórico para finalizar con la discusión de los resultados, pasando por el contexto religioso del estado estudiado y los relatos de vida que aportan la información sobre los sujetos entrevistados y que confirmarán el análisis y las propuestas del autor. Así, en un total de 355 páginas se ofrece un trabajo de largo aliento y que, junto a otras investigaciones, tuvo su punto de partida para Antonio Higuera Bonfil cuando llegó en 1985 a Chetumal, capital de ese estado caribeño de México, para desarrollar estudios insertos en el proyecto Frontera Sur del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (ciesas), impulsado por Andrés Fábregas Puig.
Ser testigo de Jehová. Una mirada antropológica a la vida en el paraíso terrenal afronta uno de los aspectos fundamentales, a la vez que complejos, a la hora de analizar la diversidad religiosa en la sociedad contemporánea mexicana, y que no es otro que la conversión de personas a un credo religioso distinto del que profesaban antes. Es un tema prioritario, por controversial, en los debates teóricos sobre la religiosidad contemporánea caracterizada, en algunos estados de la federación mexicana, por la pluralización de ofertas religiosas. Desde textos clásicos (Berger, 2005; Hervieu-Léger, 2005; James, 2005; Rambo, 1999 y Wilson, 1970), a otros procedentes de la península ibérica (Cantón, 2004 y Prat, 1997), además de los referidos a México, el autor plantea un estado de la cuestión que lo conduce a inclinarse por la propuesta de Karla Covarrubias (2004), que prioriza observar la conversión religiosa como una forma de modelar “una nueva apropiación de la cultura”, generar “una concepción diferente de la práctica social” y transformar “el modelo de vida del neoconverso” (p. 12); un proceder que lleva a modificaciones identitarias y a otras correspondientes a las filiaciones sociales de los conversos, observables con nitidez en su vida cotidiana, como se apunta a través de la información etnográfica del libro.
Para demostrar lo expuesto, Antonio Higuera Bonfil construye un modelo que ratifica la huella de la conversión en la vida individual y social de los sujetos de estudio, apoyado en las propuestas del sociólogo francés Daniel Bertaux (1997). A partir de ese posicionamiento para la investigación, adopta el concepto de relatos de vida para documentar, con sus denominadores comunes y diferencias, las variaciones propias a la acción de convertirse: “desde luego, las experiencias individuales varían enormemente; en tanto vida personal, tienen ritmo y rumbo propios, así como su bitácora particular, pero en todos los casos debe cumplirse con los requisitos marcados por la wtbts (Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania) para alcanzar la membresía real” (pp. 318-319).
En este contexto, los relatos de vida van más allá de la experiencia individual puesto que la concepción que los Testigos de Jehová tienen de la familia, seguramente el puntal social paradigmático de esa adscripción religiosa, se erige en una vía para adentrarse en las relaciones de poder y las negociaciones que se producen en su seno. Una reconstrucción biográfica que, en el mismo sentido que Manuela Cantón (2004) aplicó para efectuar los relatos de gitanos conversos al pentecostalismo en Andalucía, enseña la flexibilidad narrativa o el dinamismo de los contextos sociales de los conversos, y todo ello en un entorno que ha sido caracterizado como “mercado religioso” en el mundo contemporáneo, una propuesta que ya era apuntada con claridad por Peter Berger (1977) en 1967 en su obra El dosel sagrado. Para una teoría sociológica de la religión.
De este modo, el rumbo de la investigación se aleja de las ideas que tratan a los sujetos de estudio como individuos aislados socialmente, tendentes a guiar las crisis personales hacia el mundo religioso, para comprender la conversión como una transformación en su vivir individual y social a través del modelo de “apropiación cultural” (Ziff y Rao, 1997):
el contacto entre personas y sus culturas produce una comunicación en la que puede ocurrir la apropiación cultural, que toma del otro elementos vitales que bien pueden incorporarse a las relaciones cotidianas de individuos y grupos sociales, o bien puede ocurrir que ese contacto derive en la imposición cultural de parte de un grupo social (p. 64).
Es decir, la absorción cultural propuesta no parte de un esencialismo que dicotomiza a grupos de seres humanos absolutizados en su diferencia, amparados en este caso en instituciones, sino que tal apropiación resulta un fenómeno multidimensional y que en el caso de los Testigos de Jehová es imposible de entender sin asumir su discurso institucional con propósito hegemónico:
Este modelo de transferencia cultural, en combinación con la propuesta del proceso de conversión, permite acercarse a la experiencia de los interlocutores que se han incorporado a la congregación de los testigos de Jehová. La idea es hacer una aproximación a dos dimensiones: la individual, en tanto proceso de cambio, y la social, en tanto medio en el que ocurre dicho cambio (p. 69).
Si en estudios previos el cambio de adscripción religiosa referida a los Testigos de Jehová había centrado su interés en el “bautizo”, Antonio Higuera observa los aspectos individuales y sociales de los conversos a través de sus relatos de vida, al mismo tiempo que incide en el “cauce institucional” que caracteriza y define a los Testigos de Jehová. Un cruce de caminos entre los requisitos institucionales y los pasos dados para la conversión de los individuos, imprescindible para entender la aprobación mutua. Aceptación, siempre voluntaria para los conversos, y que comporta “un nuevo sistema de representaciones simbólicas para concebir el mundo, e implica que el converso modifique sus pautas de comportamiento” (p. 42). Tal particularidad le lleva a estructurar en el texto la experiencia de vida de los que aportan su historia, su proceso de conversión, a través de distintos “estados y transiciones”. En consecuencia, ese cambio religioso es conceptualizado como una mutación vivida como “un recorrido con distintas etapas, en el que el individuo va recibiendo y asimilando información” (pp. 294-295). Una conversión dividida por el autor en tres etapas: “i) contacto inicial, ii) adoctrinamiento y formación y iii) incorporación a la congregación” (p. 296). Es ahí donde se manifiestan los estados, como objetivos cumplidos, y las transiciones como parte de los pasos que llevan a la consecución del siguiente estado. Un proceso que debe finalizar con el bautismo, cuyo valor entre los Testigos de Jehová representa una “marca temporal y vivencial de un cambio profundo en la vida” (pp. 84-88). Se trata de comprobar que el bautizo, “símbolo de dedicación a Dios” (pp. 328-329), es el último paso de una serie de cambios vitales necesarios para sellar el arribo al nuevo credo, la firma final de la real integración a la comunidad Testigos de Jehová. Un modelo bajo la supervisión incontestable de dicha institución religiosa:
De esta forma, se puede afirmar que la conversión religiosa es entendida por los Testigos de Jehová como un proceso de cambio con diversas etapas, en el que el individuo va recibiendo y asimilando información mediante la actividad de los predicadores. En ese recorrido el individuo revisa su forma de vivir a la luz de una interpretación específica de la Biblia, conoce las directrices para la vida diaria y, finalmente, ajusta su comportamiento a ciertas pautas institucionalmente establecidas, lo que es sancionado cotidianamente por la congregación (pp. 330-331).
Por lo anterior, el relato biográfico resulta esencial y se convierte en una narración dialógica, y no necesariamente ordenada en lo cronológico, que el autor fundamenta siguiendo a Bertaux (1993). Registro de la experiencia subjetiva en cuatro tiempos: exploratorio, analítico, verificativo y, por último, expresivo como síntesis de sus precedentes (p. 35). Herramientas para el trabajo antropológico complementadas con otras clásicas de la disciplina, como la realización de genealogías que facilitan discernir las estructuras parentales de los interlocutores, las cuales muestran la movilidad religiosa de la familia extensa y nuclear. Una familia convertida en eje rector de las directrices sociales de los Testigos de Jehová, y recreación del modelo clásico patriarcal para someter a las mujeres a las decisiones y el poder masculino. Este hecho se ve ratificado por el imprescindible papel del matrimonio como prístina institución social concebida por Dios, y que hoy en día muchos de los Testigos de Jehová desean ver ratificada ritualmente en sus congregaciones, según advierte el autor. Esta situación se une a la concepción creacionista de la agrupación religiosa y también vincula a los creyentes con la sumisión al poder terrenal, en espera de la vida eterna en el paraíso reinstaurado por Dios.
Cabe destacar que la aceptación del converso de los planteamientos de su nueva adscripción religiosa y la anuencia de la institución Testigos de Jehová a su incorporación también significan para ellos la condición de “otro”, la de ser parte de una minoría social, un elemento abordado por Antonio Higuera y que merece exploraciones por parte de futuras investigaciones que incidan en la heteropercepción hacia congregaciones religiosas convertidas socialmente en exóticas. Desechado el modelo de crisis individual, y decantado por la conversión como apropiación cultural e institucional, los nuevos conversos, en una especie de introyección, adquieren conocimientos doctrinales que influyen en los cambios vitales que marcarán su comportamiento individual y social.
Igualmente, los Testigos de Jehová se asumen como la única religión veraz, una sentencia que, como Higuera Bonfil destaca, niega cualquier posibilidad de ecumenismo y que deriva hacia un sentido colectivo, comunitario, del vivir en sociedad y que sólo es estructurado a partir de la institución religiosa en la que se adscriben. Una hermandad no sanguínea, sino imaginada en la fe.
Trabajo de campo, entrevistas, los ya mencionados relatos de vida, y la revisión de la literatura surgida de la misma denominación religiosa, de amplio alcance mediante publicaciones como La Atalaya y ¡Despertad! se redondean con figuras que complementan, en forma de esquema, la exposición del contenido de la investigación, apoyado, además, por un glosario que da soporte al lector neófito en el grupo religioso estudiado.
En definitiva, Ser testigo de Jehová. Una mirada antropológica a la vida en el paraíso terrenal es una obra que rebosa información etnográfica, base fundamental para estructurar un modelo teórico y metodológico destinado a comprender y analizar la conversión religiosa. Del mismo modo, su propuesta se deslinda de las afirmaciones que han situado en la crisis individual, consecuencia de las carencias integradoras de la sociedad y que Emile Durkheim (1998a y 1998b) condensó en su concepto de anomia, la única explicación del cambio de adscripción religiosa, para ubicarse de manera más cercana al modelo de la multifactorialidad para interpretar el cambio religioso. Múltiples causas mostradas a través de relatos de vida y que se visibilizan en la idea de “vasos comunicantes”, expresada por Antonio Higuera para entrecruzar la vida familiar y las experiencias personales de los sujetos de estudio con el proceso de metamorfosis religiosa dirigido y sancionado por la institución Testigos de Jehová.
Una manera de adentrarse en el cambio del creyente que reafirma la función de las instituciones religiosas, cuestionada por autores convertidos en clásicos, como Danièle Hervieu-Léger (1996 y 2004), quien, al remitir al individuo a un mercado religioso en recomposición constante, resultado de la modernidad actual y a unas creencias difuminadas y en posible combinación, resta relevancia y poder a las organizaciones religiosas. Así, Antonio Higuera se aleja tanto de la secularización expuesta como inevitable por Max Weber (1987), quien condenaba a la desaparición o marginalidad al hecho religioso, al mismo tiempo que no resta poder ni magnitud al papel de la institución religiosa, en este caso de los Testigos de Jehová. Esta posición convierte la muda religiosa, como llegada a un nuevo credo o cambio de creencia, en una ruptura con el modo de vida anterior para arribar a otro nuevo, caracterizado por perceptibles modificaciones culturales y sociales. De esta suerte, el libro se incorpora a un debate de largo aliento en los últimos decenios en América Latina, y en el cual México, seguramente junto a Brasil, se ha convertido en ejemplo nítido para mostrar el declive de la Iglesia católica. Tal circunstancia ha conducido a analizar de manera constante los motivos para la conversión religiosa gracias a polémicas que, inicialmente unidas a la “teoría de la conspiración” religiosa y revisadas con posterioridad (Rivera, García, Lisbona et al., 2005), han transitado hacia variados universos interpretativos. Entre ellos, el libro de Antonio Higuera Bonfil ofrece un examen sumamente propositivo de una realidad local, generalizada en muchos territorios americanos, resultado de la madurez académica y, sobre todo, de un dilatado conocimiento etnográfico.
Berger, Peter (1977). El dosel sagrado. Para una teoría sociológica de la religión. Buenos Aires: Amorrortu.
Berger, Peter (2005). “Pluralismo global y religión”, en Estudios Públicos, núm. 98, pp. 5-18.
Bertaux, Daniel (1993). “Los relatos de vida en el análisis social”, en Jorge Aceves (comp.), Historia oral. Parte ii: Los conceptos, los métodos. México: Instituto Mora/uam, pp. 136-148.
Bertaux, Daniel (1997). Los relatos de vida. Perspectiva etnosociológica. Barcelona: Bellaterra.
Cantón, Manuela (2004). Gitanos pentecostales. Una mirada antropológica a la iglesia Filadelfia en Andalucía. Sevilla: Junta de Andalucía/Signatura Demos.
Covarrubias Cuéllar, Karla Y. (2004). “La historia de la familia: una propuesta metodológica para el estudio de la pobreza en familias evangélicas en Colima, México”, en Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, vol. 10, núm. 20, pp. 108-139.
Durkheim, Emile (1998a). La división del trabajo social. México: Colofón.
Durkheim, Emile (1998b). El suicidio. Madrid: Akal.
Hervieu-Léger, Danièle (1996). “Por una sociología de las nuevas formas de religiosidad: algunas cuestiones teóricas previas”, en Gilberto Giménez (comp.), Identidades religiosas y sociales en México. México: Instituto de Investigaciones Sociales-unam, pp. 23-46.
Hervieu-Léger, Danièle (2004). El peregrino y el convertido. La religión en movimiento. México: Ediciones del Helénico.
Hervieu-Léger, Danièle (2005). La religión, hilo de memoria. Barcelona: Herder.
James, William (2005). Las variedades de la experiencia religiosa. Estudio de la naturaleza humana. México: Prana.
Prat, Joan (1997). El estigma del extraño: un ensayo antropológico sobre sectas religiosas. Barcelona: Ariel.
Rambo, Lewis R. (1999), “Theories of Conversion: Understanding and Interpreting Religious Change”, en Social Compass, vol. 46, núm. 3,
pp. 259-271.
Rivera, Carolina, Mª del C. García, M. Lisbona et al. (2005). Diversidad religiosa y conflicto en Chiapas. Intereses, utopías y realidades. México: cem-iif-unam/Gobierno del Estado de Chiapas/Secretaría de Gobernación/ciesas.
Weber, Max (1987). Ensayos sobre Sociología de la Religión, vol. I. Madrid: Taurus.
Wilson, Bryan (1970). Sociología de las sectas religiosas. Madrid: Guadarrama.
Ziff, Bruce y P. Rao (ed.) (1997). Borrowed Power. Essays on Cultural Appropriation. New Brunswick: Rutgers University Press.