Jorge Alonso o el “Doc Alonso” –como es conocido por colegas y amigos– es un hombre de semblante serio, porte firme y mirada penetrante que guarda un gran corazón. Desde sus inicios, caminando con los jesuitas, ha dedicado su vida no solo a reflexionar, sino también a acompañar a los de abajo. En los años setenta, comenzó por indagar sobre la situación que vivían los pepenadores en Monterrey: impregnó su ropa de olor a basura para entender, desde una visión marxista, la explotación que vivían, dado que al fin todo desperdicio es dinero. Hoy su preocupación ha crecido y mira con angustia los despojos múltiples que se viven tanto en México como más allá. No obstante, en su caminar ha entendido que para mantener la esperanza hay que escuchar y aprender de los movimientos sociales, las luchas anticapitalistas, los procesos emancipatorios y autónomos que nos dan pistas para crear alternativas de vida.

Con una cabeza llena de inquietudes, el Doc lleva 60 años tratando de darles respuesta a través de sus escritos. Escribe sin cesar: un artículo, un libro, un capítulo… y así lleva centenas de publicaciones. Entre mis favoritos están sus libros Repensar los movimientos sociales (Alonso, 2013) y Exploraciones anticapitalistas (Alonso, 2019), pero sin duda todos valen la pena. Con el mismo fervor con el que escribe, se preocupa por el mundo y las personas que lo habitamos. No sorprende por ello que sea un apreciado compañero de investigadores, activistas y luchadores sociales por su compromiso, calidez y humildad. El Doc es la muestra de que, frente a una industria académica jerárquica y excluyente, otra ciencia es posible, una que es dialógica, colaborativa, respetuosa y comprometida.

La cátedra que lleva su nombre es prueba de ello. Se trata de un espacio estimulante de análisis, discusión y diálogo para percibir las razones y sentires de las luchas sociales y las formas en que están ensayando alternativas a un sistema de dominación múltiple. Asimismo, es un esfuerzo por innovar y buscar maneras de hacer una ciencia abierta que rompa con los enfoques verticales; como él diría, “para bajarse a ras de suelo y deambular inquiriendo con los de abajo cómo entender y actuar un mundo incluyente que vayamos forjando día a día” (Alonso, 1997-2017). De esta forma, apoya publicaciones arraigadas en el pensamiento crítico y la investigación militante escritas, sobre todo, por jóvenes investigadores. Cuenta así con una colección de 45 libros atrevidos y discordantes que ensayan esa otra ciencia.

Para iniciar esta entrevista, el Doc nos explica cómo es que llegó a hacer investigación sobre movimientos sociales y ofrece un recuento de los primeros proyectos en los que se involucró y las enseñanzas que tuvo. En un mundo desbocado era difícil no mirar las luchas campesinas, los movimientos electorales, de mujeres, estudiantes y trabajadores, las resistencias urbanas y culturales; sobre todo en un país donde la democracia parecía no consolidarse. Destaca la influencia que tuvo don Pablo González Casanova en su mirada y trayectoria. Comenzó así con análisis enfocados en las elecciones, la democracia, los partidos políticos, las clases, etc.; sin embargo, nos comparte cómo desde 1994 el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (ezln) le cambió la perspectiva.

Para el Doc, el zapatismo fue “la nueva Revolución Mexicana”, que al poco tiempo mostró ser algo más, pues rompía todo tipo de esquemas y categorizaciones. Aunque ha transitado por varias etapas, para él lo que más le ha marcado ha sido lo siguiente: 1. Su apertura, flexibilidad y autocrítica para buscar y hacer caminos; 2. Exponer cómo todos nuestros males provienen del capitalismo; 3. El papel de las mujeres para diseñar nuevas dinámicas fuera del patriarcado. Sin embargo, mira con preocupación cómo el Estado con sus militares y paramilitares, y ahora junto con el narco, sigue intentando destruir esta vida autónoma; no obstante, nos explica que, aun frente a estos violentos ataques, el zapatismo innova y proyecta de manera continua su defensa. Para ello, nos presenta su visión de los recientes ensayos por crear esos otros mundos posibles en medio de tanta violencia.

El Doc agradece al zapatismo porque los espacios de encuentro propiciados por este movimiento lo han acercado a otras luchas como son las del pueblo kurdo y mapuche. Ve en común en todas estas resistencias que, pese a la situación de guerra que las azota, logran defender y mantener su autonomía, luchar por la vida frente a la muerte que propaga el capitalismo. El Doc, aunque con timidez y respeto admite su proceso para despatriarcalizarse, admira y destaca el papel de las mujeres kurdas. De igual forma, comparte la visión de la weichafe mapuche Moira Millán de que la destrucción del planeta –el “terricidio” en curso– está profundamente vinculada al feminicidio. Nos dice así que no puede haber una “revolución del abajo” que no sea anticapitalista y al mismo tiempo antipatriarcal.

Su admiración por otras luchas también se ha manifestado en su acompañamiento cercano a las de Jalisco. Propicia espacios de encuentro y diálogo con ellas, pero sobre todo busca formas de respaldarlas. Este ha sido el caso con la comunidad coca de Mezcala. Su generosidad se vio, por ejemplo, cuando en 2011 donó el monto recibido por haber obtenido el Premio Jalisco a la comunidad de Mezcala para utilizarlo en el proceso penal de sus habitantes injustamente acusados por un invasor. Hoy, el Doc es reconocido como un “comunitario”, como lo explica la comunera Rocío Moreno, pues su trabajo “es distinto al de los academicistas, pues hemos visto cómo no solo a nuestro pueblo, sino a las distintas luchas en Jalisco –pero no solo– ha abierto espacios desde la frialdad y des-humanismo de las universidades para hacer escuchar nuestras demandas y posturas” (Moreno, 2025).

El año pasado, el Doc cumplió 45 años en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (ciesas), y es un destacado ejemplo de un incansable investigador y una magnífica persona. He tenido la suerte de conocerlo desde hace 17 años cuando comencé como su asistente de investigación. Su perspectiva tan abierta, sus ideas tan incisivas, su hacer colaborativo, su mirada tan detallada y su generosidad incondicional me quedan grabados como grandes enseñanzas. Por ello, en esta entrevista quise pedirle sus recomendaciones y consejos para quienes hoy seguimos buscando formas de enfrentar la crisis múltiple y caminar las distintas luchas. De manera concisa nos sugiere “dudar de todo”, “buscar y no cansarse”, “estar dispuestos a corregirnos” y “estar abiertos y aprender de la gente”.

Esta entrevista no es solo un testimonio más de sus años de dedicación y lucha por asegurar futuros para el planeta, sino que incluye una serie de pistas para conseguirlo.

Bibliografía

Alonso, Jorge (2013). Repensar los movimientos sociales. México: ciesas.

— (2019). Exploraciones anticapitalistas. Guadalajara: Cátedra Jorge Alonso.

— (1997-2017). ¿Quiénes somos? Cátedra Jorge Alonso. Recuperado de: https://catedraalonso-ciesas.udg.mx/quienes-somos Consultado el 21 de enero de 2025.

Moreno, Rocío (2025). “Prefacio”, en Inés Durán Matute (coord.). Saberes para otros mundos posibles. Guadalajara: Cátedra Jorge Alonso.

Inés Durán Matute es doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Sídney (Australia) y ha realizado estancias posdoctorales en México, Estados Unidos y Alemania. Actualmente, es investigadora del ciesas (sede Occidente) y pertenece al International Research Group on Authoritarianism and Counter-Strategies (Alemania). Desde una postura militante, investiga los engranajes del autoritarismo, el capitalismo y el colapso socioecológico y las perspectivas de las luchas anticapitalistas y el cambio social. Entre sus publicaciones destacan las siguientes: Los pueblos indígenas y las geografías del poder. Narrativas de Mezcala sobre la gobernanza neoliberal. México: Siglo xxi, 2019; con Rocío Moreno. La lucha por la vida frente a los megaproyectos en México. Guadalajara: Cátedra Jorge Alonso, 2021; y como coeditora Beyond Molotovs. A Visual Handbook of Anti-Authoritarian Strategies. Bielefeld: Transcript, 2024.

Jorge Alonso Sánchez es Profesor Investigador Emérito del ciesas, investigador nacional emérito en el sni, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, responsable de la cátedra biinstitucional de la Universidad de Guadalajara y del ciesas que lleva su nombre. Ha publicado muchos libros, capítulos de libro, artículos, prólogos y reseñas. Dirigió durante casi diez años la revista Desacatos. Sus temáticas de investigación versan sobre movimientos populares anticapitalistas y en torno a la construcción desde abajo de alternativas en defensa de la vida y del planeta. Ha destacado el papel primordial de las mujeres en los movimientos kurdos, mapuche y zapatistas.